El reto con la marca
Linmex ya contaba con una imagen, sin embargo ya no se sentían representados por ella. Adicionalmente su logo se parecía visualmente a otro, lo cual ocasionaba problemas para lograr establecer una identidad propia. Por tal motivo, resultó importante llevar a cabo un rebranding completo, desde donde se pudiera construir una nueva identidad con base a sus valores, esencia y diferenciadores.
La solución y el resultado
Como parte del proceso de investigación, se detectaron diferenciadores que eran clave durante el proceso de trabajo que desempeña Linmex con sus socios, asesores y desarrollos. En primer lugar, ofrecen crecimiento para sus inversionistas, tanto a socios capitalistas como aportadores. También brindan dirección a sus asesores internos y externos, a fin de que cuenten con las herramientas y el conocimiento para ser más efectivos en la venta de las propiedades. Por último, logran el éxito en cada nuevo proyecto mediante una metodología probada, sistémica y funcional. Estos fueron los atributos que dieron lugar a su identidad empezando con la imagen del logo, una abstracción de esos tres conceptos base. A partir de ahí, la identidad refuerza los mismos tres componentes, impulsada por un color dinámico, moderno y joven, y equilibrada por una estructura de contenidos formal y sobria.